miércoles, 16 de noviembre de 2011

EL TIEMPO DE LA CANCIÓN


             La palabra de Dios nos enseña que estamos en una guerra y una guerra muy peculiar pues no es una guerra convencional, no es contra carne y sangre o sea es una guerra entre dimensiones, entre el reino de los cielos y el reino de las tinieblas, contra principados, potestades, gobernadores y huestes espirituales de maldad que están en las regiones celestes, que manipulan una atmosfera de temor, dolor, incredulidad eh intimidación; que controlan todo aquello que no esté rendido bajo el Señorío del Rey de Reyes y el Señor de Señores Cristo Jesús.

Nosotros somos el pueblo de Dios en esta tierra la labor de su iglesia es fundamental en el establecimiento de su reino, a decir verdad es una guerra ya ganada desde el comienzo pues Nuestro Rey el Señor Jesucristo, venció al enemigo en la cruz del calvario.

Ahora bien hemos sido equipados por nuestro Padre para enfrentar esta guerra, así como esta guerra no es convencional, entonces ningún armamento diseñado y hecho por el hombre es efectivo contra estas huestes, sino que nuestras armas “no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas” 1Co 10:4
Estas fortalezas están compuestas de argumentos, imaginaciones, formas de pensar que se oponen contra el señorío de Cristo tanto en nuestra vida como en la tierra entera.

Entonces todo aquello que nos lleve a rendir nuestra vida, nuestra voluntad a la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo nos da la victoria contra estas fortalezas.
Realmente eso se llama: Adoración.

La adoración tiene elementos, yo los llamaría “Bombas” que  destruyen el ambiente de incredulidad, temor, desesperación que el enemigo está empeñado en manipular en esta guerra.

La adoración provoca una atmosfera donde el Espíritu de Dios quiere hablar a través de nosotros sus adoradores en salmos, himnos y cánticos espirituales, armas espirituales poderosas en Dios para establecer su atmósfera de victoria sobre su pueblo.
No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Efesios 5:18-20
En el libro de Hechos capitulo 16, la palabra de Dios nos enseña de como el apóstol Pablo y Silas su discípulo, se enfrentaron a un ambiente de opresión, desesperación y muerte en la ciudad de Filipo, al predicar las buenas nuevas y liberar a una jovencita con un espíritu de adivinación, esto trajo que las personas que se aprovechaban de esto le resultara en  perjuicio a sus economías, entonces se levantaron violentamente contra los apóstoles los golpearon cruelmente y después los metieron en un calabozo oscuro siendo atados a un cepo, como prisioneros de guerra.
Estoy seguro que había muchas fortalezas, argumentos, pensamientos en la mente de Pablo y Silas, que trataban de desanimarlos y derrotarlos, aunado con lo que sus ojos veían, es obvio que era un ambiente manipulado por el enemigo, pero a pesar de todo, nuestra guerra no es contra carne y sangre sino contra potestades espirituales, por supuesto que tampoco nuestras armas son diseñadas por el hombre "...sino poderosas en Dios" estas armas cuando las usamos penetran hasta los ambientes mas densos de oscuridad y desesperación que el enemigo esta soltando, destruyen toda fortaleza demoníaca, pues Pablo junto con Silas comenzaron a Adorar a Dios con cánticos en medio de la noche, entonces aun el calabozo mas profundo, se convierte en el lugar donde la presencia de Dios desciende,  todo en su presencia se postra a sus pies, las cárceles son abiertas pues cánticos de liberación comienzan a rodear y en ese preciso momento la atmósfera cambia de desanimo, opresión y muerte a un ambiente de gozo, alegría, salvación, liberación y poder.  
Literalmente al entonar Pablo los cánticos y detonar estas "BOMBAS" la cárcel se vino abajo 
  "Entonces sobrevino de repente un gran terremoto,  de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían;  y al instante se abrieron todas las puertas,  y las cadenas de todos se soltaron"
En nuestra Nación se comienza a escuchar un canto que en este momento es tenue, pero se extenderá por todo el territorio de la República Mexicana, entonces  el ambiente que el enemigo ha soltado sobre nuestra nación sera disipado por la manifestación mas gloriosa de la presencia de Dios que se allá visto, las vidas serán tocadas, los matrimonios serán restaurados, los jóvenes tendrán un futuro honorable. 
Obtengamos todos los beneficios de estos cánticos escuchando y obedeciendo a la voz de Dios desatada en la adoración.
Habituemos nuestros pensamientos, imaginaciones y formas de hablar, al señorío de nuestro Señor Jesucristo y entonces tendremos grandes victorias contra nuestro enemigo y el reino de los cielos se manifestara en gran manera.
El Espiritu Santo nos esta preparando para esta hora 

Porque he aquí ha pasado el invierno, Se ha mudado,  la lluvia se fue;  Se han mostrado las flores en la tierra,  El tiempo de la canción ha venido, Y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola”
Cantares 2:12 
 Pastor Gerardo Yarto de la Torre.